Día 13. El señor de los anillos.
En la medianoche del sexto día del sexto mes del sexto año de la Tercera edad del Sol Sauron dejó de actuar con la cautela que lo había hecho hasta ese momento tras verse desprovisto de gran parte de su antiguo poder tras la pérdida del anillo.
Esa era la medianoche esperada para consumar su venganza ante todos aquellos que habían osado enfrentarse a él. Ahora, como Nigromante, regresaría a Mordor y reconstruiría Barad-dur y conjugaría un inmenso ejército de Orcos, Trolls y otras criaturas y espíritus malvados que harían que a Saruman se le borrara la sonrisa del rostro.
En ese momento a Sauron se le congeló la sangre.
Por el fondo del camino llegaba su novia con cara de pocos amigos, se plantó frente a él y le espetó.
—Muy bonito todo eso de la venganza, de los trolls y de los muertos, pero, ¿y el anillo pa´ cuando?
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