Día Cría fama...
Los fantasmas eran los que se habían ganado la fama en el castillo.
Todo el mundo hablaba de que el mismo estaba encantado y que quien pasaba una noche en él acababa escuchando o sintiendo la presencia de los seres espectrales. Luces que se encendían solas, cacofonías en las habitaciones… todo el que cruzaba las puertas salía de él con una historia de miedo que contar a sus familias.
Bueno, todos no.
Porque la fama la tenían los fantasmas ya que quien salía del castillo a la mañana siguiente solo hablaba de ellos, pero no todo el que entraba en el castillo salía.
Quienes tenían la mala suerte de despertar a la momia que en él residía acababan sufriendo un terror mucho mayor que el de unas luces encendiéndose, un terror que acababa con ellos formando parte de ejército de fantasmas del castillo.
Estos intentaban avisar a los siguientes visitantes de la presencia de la momia, pero entre las torturas que esta les infligía en vida estaba cortarles la lengua para que nada de lo que dijeran una vez muertos fuera entendible y se tenían que conformar con encender luces o hacer ruidos para intentar alertarles.
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